Marca: Fito
Referencia: 231
(Cantidad: 20 gr) El origen de los nabos no está bien definido, pero se piensa que pueden proceder de Afganistán, Pakistán y la región del Mediterráneo. Los griegos y los romanos ya cultivaban nabos, y durante la Edad Media el nabo fue muy importante en de la dieta de los países de Europa. Sin embargo, a partir del s. XVI el nabo fue substituido por la patata. Hoy en día, el nabo vuelve a ser apreciado. Variedad de raíz blanca, forma cilíndrica y color blanco. Es muy fácil arrancar este nabo porque sobresale una tercera parte del suelo. Los nabos contienen 90% de agua, mucha fibra, hidratos de carbono, vitaminas (C, B3, B1, B6) y minerales (potasio, calcio, iodo y fósforo). El nabo es útil para tratar enfermedades como la bronquitis. Tiene propiedades digestivas, muy útil en casos de estreñimiento. Y también tiene propiedades antiinflamatorias.
Época de siembra
Siembra directa (a voleo o en líneas): de marzo a septiembre en clima mediterráneo y en clima continental.
Profundidad: Poner 3-4 semillas por hoyo a 1-2 cm de profundidad.
Cultivo
1. Tierra y fertilización: Los nabos prefieren tierras ligeras, con abundante humus, y no requieren abonado. Son poco exigentes en nutrientes.
2. Siembra: Se pueden sembrar directamente en la tierra a voleo (2 Kg/ha) o en líneas. Se tienen que sacar las piedras y las hierbas de la tierra donde se siembran los nabos. También conviene rastrillar y afinar la tierra antes de sembrar.
3. Trasplante: No es necesario.
4. Mantenimiento: Hacer un aclareo cuando los nabos tengan una altura de 3-6 cm, dejando 10-15 cm entre plantas.
Asociaciones:
Los nabos se pueden cultivar juntamente con los tomates, las zanahorias o las lechugas.